jueves, 25 de septiembre de 2008

Entrevista de Personalidad

JORGE MORET



"Me apasiona la investigación porque carecemos de ella”



Por Iriana Cánchica


Cuatro pilares fundamentales acompañan a Jorge Moret en su vida: el carácter, la determinación para hacer las cosas, la exigencia y el valor que tiene empeñar su palabra, hasta el punto de compararlo con la firma de un documento ante el registro

Una infancia terriblemente feliz
Un mundo de sueños y fantasías acompañó la infancia del profesor aún cuando comenta que su padre Efraín Moret era un hombre de carácter muy fuerte, con una determinación insuperable y su madre Hortensia Barillas una mujer muy exigente hasta el punto que cuando le permitía ayudarle en la cocina, por ejemplo, las medidas de las hortalizas al ser cortadas tenían que quedar exactamente iguales, como si estuvieran medidas por una regla.

Creció rodeado de una familia muy numerosa puesto que son quince hermanos, en la lista él viene a ser el número catorce, por lo tanto según cuenta Moret esto lo ayudó a ser un niño muy consentido pero al mismo tiempo existía un gran respeto y reconocimiento por sus padres y hermanos mayores y sobre todo una gran amistad con un hermano ya fallecido.

Revela que su creatividad y su afán por investigar nació con él, se formo en su niñez, sus inventos y creaciones lo llevaron a tener una infancia “terriblemente feliz”, rodeado de amigos que lo apoyaban y ayudaban a crear juguetes y actividades de recreación.

“Cuando nací no existían los juguetes que hay hoy en día, no teníamos pistas de carro, ni computadoras; entonces agarrábamos las latas grandes de sardina y las colocábamos una detrás de otras y esos eran los trenes y los ferrocarriles y también nuestras gandolas, y eso era una maravilla, porque le construíamos carreteras de barro para que tuvieran por donde deslizarse las latas de sardina o con unos potes grandes que venían antiguamente de aceite, se hacían hombres, caballos y animales”

Cuenta que en su afán de expresarse cuando tenía ocho años y estudiaba tercer grado montó una obra de teatro con títeres, primero tuvo como público a sus hermanos y luego a toda la escuela, cuando presentó una obra basada en el cuento del pastorcito mentiroso pero no el del lobo sino el que se le cae al leñador el hacha.

“Utilizaba títeres porque sentía una fascinación por ellos, aún más cuando no los sabía hacer, porque en ese momento no había la facilidad de poder comprar una bola de anime para crear la cabeza de ellos, recuerdo que mi madre hacia un engrudo con papel periódico que lo tenían no se cuantos días en agua y después le colocaban goma y eso lo utilizaba para cerrar unos materos, entonces, yo le robaba el engrudo a ella para poder hacer la cabeza de los muñecos y después pintarlos”.

Luego de este comentario ríe y cuenta que en el pueblo donde nació, Bailadores, ubicado en el estado Mérida; había un cine donde proyectaban películas que estaban ya todas deterioradas y era imposible transmitirlas porque se veían “terriblemente mal” por tanto iban a parar a la basura, entonces él junto con sus amigos todas las semanas revisaban los desperdicios y sacaban las cintas dañadas.

“Esperábamos todas las semanas a que sacaran la basura del cine para tomar los desperdicios de las películas, aprendimos a unirlos, se lijaban las orillas de las filminas y se les ponían acetona y eso se pegaba, luego se enrollaban en unos palos de gancho de ropa uno arriba y otro abajo, teníamos una lupa y con una linterna se proyectaba en una sala de cine improvisada, en donde se cobraba una entrada”.

Sus primeros pasos en la escritura
Alterno a las obras de teatro vino la escritura se acuerda que empezó a escribir en segundo grado porque la maestra le asignaba composiciones sobre un tema en específico y siempre la de él era publicada o por lo menos comentadas por las docentes de años superiores.

En cuanto a las actividades realizadas durante su adolescencia afirma que siempre organizó la semana cultural del liceo, creando actos y obras con temáticas sociales fundamentalmente y cuando no contaba con el apoyo de sus compañeros entonces él creaba un monólogo, también de carácter social donde exponía los problemas de la zona. Así mismo fue fundador del primer periódico que circulo en el liceo donde estudiaba.

¿Considera que todas las experiencias vividas durante su niñez y adolescencia lo condujeron a estudiar Comunicación Social?

Inicialmente no quería estudiar comunicación social, primero hice un taller integral de arte durante un año en el CONAC de Tovar, donde estudiaba música, pintura, cerámica, títeres, literatura, cine; luego estuve un tiempo aprendiendo a tocar la tuba. Después presenté para estudiar psicología en la Universidad Católica Andrés Bello pero no lo logré por mis notas del liceo, adicionalmente mi sueño era estudiar en Francia dirección de cine, pero la beca no llegó.

Relata Moret que ya se había resignado a estudiar letras en Mérida cuando un hermano que vivía en san Cristóbal le avisó que habían abierto la escuela de Comunicación Social en la Universidad de los Andes en San Cristóbal, realizó su proceso y entró, al cumplir dos meses en la universidad llegó la beca Gran Mariscal de Ayacucho para irse a Francia pero su padre había fallecido año y medio atrás y eso limitó su partida, por tanto su sueño se quedo en eso, un ilusión nada más.

Explica que fue muy fuerte empezar a estudiar fuera de su hogar puesto que nunca había estado lejos de su casa, lo que implicaba tener control de su tiempo, dinero, espacio y al mismo tiempo también representaba tener que cocinar, lavar su ropa, además de haber estado dos años sin estudiar formalmente.

Del mismo modo recuerda lo exigente que era la universidad, tenían que estudiar todos lo días, pero al mismo tiempo no había nada, sólo pupitres, profesores, pizarrones y tizas, porque no tenían una biblioteca, “localizar un libro era una hazaña”, hacían colectas y le pagaban a alguien para que se fuera a Caracas a traer los libros a la par de esto llegó el viernes negro en el gobierno de Luis herrera.

“Nosotros vivimos el cambio de Carlos Andrés a Luis Herrera y el viernes negro, en la universidad se veía una materia llamada economía política en donde se realizaban discusiones sobre el papel de los medios con un marcado sesgo marxista, las lecturas eran fundamentalmente planteadas bajo el marxismo, los análisis de los medios que se planteaban desde el punto de vista de la investigación eran inscritos en la escuela critica de Frankfurt, que culpabilizaba a los medios de todo”

¿Cuándo se enamoró de su carrera?

Me enamore de mi carrera desde que entré a estudiar aquí porque desde el primer año comenzamos a hacer visita a los medios, las realizábamos con o sin permiso de la gente de la universidad, se traían invitados, se inventaban viajes, se creo el primer periódico de la escuela más o menos cuando estábamos en tercer año y este se llamaba “Viraje”.

Yo fui el primer representante que tuvo la escuela ante el Consejo de Facultad o Núcleo, Además nos organizamos y se formó un movimiento que se llamaba “Hagamos escuela” con la finalidad de pedir la reforma del pensum, todos los meses evaluábamos los programas y a los profesores que daban clases.

Moret se siente satisfecho porque ha ido cerrando cada uno de los ciclos de su vida, el primero lo cerró cuando escribió un libro sobre el lead, saldando su deuda con la teoría periodística, el libro se llama “El Lead una revisión critica”, el segundo cuando entra como profesor ordinario a la ULA de la cátedra que se llamaba Periodismo Institucional o Corporativo, el tercero la radio que lo cerró mediante una capacitación en Ecuador en Ciespal y el cuarto el doctorado en Comunicación y Sociología, titulado en la Facultad de Ciencia s de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, España.

En cuanto a la inquietud de el por qué decide hacer un doctorado Moret responde que decidió realizarlo porque cuando se llega a un cierto grado de formación se toca techo “A veces se quieren resolver cosas pero no sabe como, era necesario cerrar esa otra brecha en mi vida porque sino iba a estar cojo”

Referente a su trabajo de investigación en la ULA considera que es fundamental mantenerse activo, en una constante búsqueda, “Es lo que menos hacemos para poder mejorar la docencia, para poder hacer los postgrados hay que investigar, para sobresalir y que esta Escuela de Comunicación Social sea una referencia no solo a nivel nacional sino mundial hay que investigar, porque los objetivos sólo se logran investigando y luego publicándolos porque si no se publica es como que no se ha realizado”

Continua asegurando que Venezuela carece de investigación, y que siempre se anhela lo que no se tiene, “Por qué investigo porque es de lo que carecemos y que es lo que uno siempre anhela lo que no tiene, porque queremos que se vaya Chávez porque queremos vivir en una verdadera democracia”.
Entre plantas y animales
Entre risas Jorge Moret cuenta que lo enamora la idea de jubilarse y poder comprar una finca y tener muchas plantas y animales, aunque ve muy difícil separase por completo de la universidad “Quisiera dedicarme a la idea de tener una finca con muchas matas y animales, aunque creo que uno no termina de desvincularse de la academia, ahora estamos soñando muchísimo con poder abrir los postgrados, consolidar la revista que se piensa hacer y dedicarme a escribir un poco más”

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